El impulso de querer sentir la aventura de vivir
navegando por la vida.

Viajar, la expresión del tiempo que pasa.

jueves, 23 de septiembre de 2010

27.- Roquetas, fiesta de Santa Ana, y ¡para el Atlántico!.


El Atlántico espera. No, yo espero al Atlántico.
Una vez más, y ya serán ocho, pasaré el Estrecho.

He levantado el fondeo para arrumbar a la “Fabriquilla” y fondear allí gozando de otro paraje del parque de Gata, al resguardo del anunciado levante que todavía no se había manifestado.

Al poco, ya empezaba a entrar el levante. Moderado. Fuerza 2. Así, que izamos el ancla, libres, con agua por todas partes y sin compromisos mencionables, desenrollamos el génova. Salimos silenciosos, majestuosos, en silencio. Antes de poner rumbo al Cabo, también sacamos la mayor. Y así, desplazándonos a 2 nudos, luego a 3, Telémaco empezó a cabecear de alegría rumbo al Cabo de Gata. Eran las 10 de la mañana, de un día despejado y alegre. En el mar, marejadilla.

A las 11.30 horas ya navegábamos a 5 nudos. Sin prisas, gozando del día. Pero por la radio el Mayra nos anuncia que han tenido una llamada telefónica y han tomado la decisión de poner rumbo directo a Roquetas, para coger un vuelo hacia Barcelona. Así, que también decidimos prescindir del fondeo en “La Fabriquilla” y acompañarlos a Roquetas. Y, como no deseaban perder tiempo, este trozo que quedaba se navegó a motor.

A las 16.00 horas atracábamos en Roquetas. Toda una semana por delante, en puerto, preparando los últimos detalles para navegar con los amigos en conserva hacia el Algarve y el Guadiana, “La Flotilla”. Santa Ana, eran las fiestas de Santa Ana en Roquetas. Así, que nos preparamos para participar y compartirla.




Todavía hay cucañas. Y numerosas personas para participar.
Fue el “gran número” dentro del puerto:




Claro, que ninguna de estas embarcaciones cumplía con la normativa vigente,
¡tan pesada para la náutica deportiva!


 La "Flotilla de la Amistad"
Fuimos a Roquetas para participar con un grupo de barcos amigos en una Flotilla y navegar hasta el Guadiana y el Algarve. Fueron llegando los barcos de la Flotilla. De Barcelona, de Alicante, de Valencia, de muchos sitios. Ha sido emocionante poder atender a los amigos y compartir inquietudes. Y sus tripulaciones. Coches, trenes, aviones, barcos, nos trajeron las alegrías de los próximos días.

Esperaba a Pat y Anna en la estación de autobuses de Almería. Me sorprendió la gran cantidad de autobuses que conectaban con Rumania. Unos, alegres, marchaban, y otros, tristes, volvían. Pat y Anna llegaron con la alegría que completan a Telémaco. Mi cuaderno de bitácora se volvía a abrir para recibir una nueva vida.

La Flotilla salió de Roquetas el 31 de julio, rumbo a Gibraltar, a las 08.15 horas.



El viento seguía siendo suave, de fuerza 2 para establecerse a media mañana en un F3. Navegamos a motor con el objetivo de llegar a la mañana siguiente a Gibraltar. 6 nudos. Mar rizada. Viento del sur. Día plenamente soleado. Verano. Es pleno verano andaluz.

Y cae la noche. Y nos adentramos en bancos de niebla próximos a Gibraltar.



Al día siguiente empezamos a notar ya de mañana la influencia de una corriente en contra de 2 nudos, de 3 nudos más tarde. La mar estaba rizada, y viento de F1. Seguimos a motor.

Llegando a Punta Europa entramos en bancos de niebla que hacía difícil la navegación “a la vista”, por lo que el radar y AIS fueron de una ayuda extraordinaria.



Y Gibraltar. Ahí está Gibraltar. Y el Estrecho.

La puerta del Atlántico se nos abre de par en par, como la vida, para entregarnos su alegría y su mar.

A la izquierda, Ceuta.
A la derecha, la Bahía de Algeciras.
Al fondo, Tarifa y Trafalgar.
Cádiz nos espera.









sábado, 24 de julio de 2010

26.- La Sierra de Gata y Nijar. Cabo de Gata.


Acabamos de fondear en la ensenada de los Genoveses, en Gata. El ancla bien agarrada, el toldo de fondeo cubriendo hasta el palo. Hay trece barcos en el fondeo. Trece veleros y cuatro motoras. Nunca vi tantos barcos por aquí. ¿Será por el mal tiempo que tuvimos ayer?.

Ayer salimos de Cabo Cope. Pasamos allí la noche desde que salimos de la Azohia. En Azohia salimos con un SW de fuerza 3 y marejadilla. Cielo despejado. Verano.

Telémaco y Mayra fondeados en Cabo Cope

Hemos compartido almuerzo y cena con el Mayra. Ensalada Siria y un arroz negro. La ensalada siria me la enseñó mi “sobrina” Vicky. El arroz negro fue pura invención, sobre la marcha, y efectivamente, salió negro. Y, según manifiestan, puedo repetirlo. Ahí va:

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Ensalada siria (según mi “sobrina” Vicky):
 En una ensaladera pongo la misma cantidad de garbanzos que de lentejas ya cocidos y lavados. Le añado una cebolleta picada a trocitos muy pequeños, uno o dos tomates frescos cortados a daditos pequeños.
 Le añado aceite, vinagre y sal. Y el toque maestro, le espolvoreo bastante comino molido, hasta que alcance un tono dulzón.
 Remuevo todo para alcanzar homogeneidad. ¡Y listo para servir!.
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Arroz negro:



En una olla pongo un dedito de aceite, y sofrío una cebolla cortada en trocitos pequeños. Le añado dos dientes de ajo, picaditos. Frío, sikn quemar, hasta conseguir un doradito “oscurito”. Le añado una taza de arroz por persona y lo “frío” un poco. Le añadí una lata de calamares en su tinta. Sofrío también. Le añadí a continuación un botecito de tomate frito. Pimentar. Le añadí un vaso de caldo de pescado por comensal, del ya preparado. Y lo dejé cocer 20 minutos, hasta que el arroz estuvo hecho.
 Puedes acompañarlo con allioli. Y si no tienes, mayonesa de la que venden en sobrecitos, y picas un poquito de ajo muy finito, que se lo añades. No es allioli, pero sirve y “da el pego”, en caso necesario.
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¿Los patrones midiendo, o saludando o
haciendo qué frente a sus barcos fondeados en Cabo Cope?


En Cabo Cope pasamos una noche muy incómodos. Con la mar llana, pero un balanceo constante que nos impidió dormir. Habíamos precvisto pasar un par de días fondeados allí, pero decidimos marchar al siguiente. Cansados, sin dormir, pero marchar. Es lo que tiene cuando estamos incómodos donde sea. En un sitio, una relación, una amistad. Si estás mal y no puedes modificarlo, marchas. Hay que marchar a buscar serenidad en otro sitio. Nuestra alma necesita la paz de vivir. El buen vivir.

De Cabo Cope marchamos. Eran la 0600 horas y levantamos el hierro destino Las Negras, en la Sierra de Gata y Nijar. Las previsiones de meteo no nos aconsejaban buenos fondeos. Había previsto SE rolando a W. 15/18 nudos de viento. Pensamos que en la ensenada de Rodalquilar podríamos estar protegidos y pasar la noche. Nos habría gustado pasar 3 ó 4 noches en Gata. Pero será que no. Hay previsto un levante fuerte a partir del sábado y ya no tenemos ganas de navegarlo de cara.

Nuestros planes ahora son pasar por Gata en un par de días, y doblar el Cabo cuando entre el levante, y entonces fondear en La Fabriquilla o en las Salinas. Y desde allí, directo a Roquetas con levante portándonos en largos por la popa.

Así, que salimos con decisión de Cabo Cope. La mar está llana, y el viento presenta un SE de fuerza 2. Doblamos el cabo. Enfilamos hacia Águilas. Rumbo a la Mesa del Roldán.

Cinco horas después empieza a subir el viento y mar. Navegamos con fuerza 5 y 6, con viento de SW que originó marejada y áreas de fuerte marejada.





Mayra surcando olas rumbo al sur


A la altura de Mojácar nos planteamos recular a Garrucha ya que las condiciones eran duras y estábamos cansados. En Garrucha no hay sitio. Decidimos entrar y atracar abarloados en el comercial, y aprovecharíamos para repostar combustible.




En Garrucha, imposible. Atracar en el muelle comercial, un problema: están trabajando y levantando un montón de polvo y ruidos. Optamos por fondear. El Mayra lo intenta. Elucubramos. Consideramos. Recapacitamos. Decidimos continuar. Ni siquiera repostar: la gasolinera está ocupada por una super-motora que por lo visto ha entrado a almorzar. ¡Qué incoherencia!.


Consideramos entrar en el puerto pesquero de Carboneras, pero desistimos. No tuvimos la oportunidad de disfrutar en Gata de Aguamarga, otra vez será. Seguimos navegando. El mar parece que está más “suave”, ¿o estamos ya más acostumbrados?, quizás sí.




Ya está aquí la sierra de Gata y Nijar.



Al mediodía, en esas condiciones, no pudimos organizar un almuerzo “en condiciones”, por lo que nos mal alimentamos sólo a base de pan y embutidos. Para cenar preparamos un pollo al curry. Ahí va lo que “inventé”:



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Pollo al curry:
 En una olla pongo un dedo de aceite. Corto el pollo a trocitos, salpimiento. Y lo frío hasta que está doradito. Lo reservo. En el mismo aceite y olla frío una cebolla cortada a trocitos pequeños, hasta que esté pochadita. Le añado el pollo, un vasito de vino blanco, dos cucharaditas de curry (para hacerlo suave), un vasito de leche, y una cucharadita de harina. Lo dejo en el fuego haciendo “chup-chup”, hasta reducir al gusto.
Lo acompaño con cuscús, que se hace en un “plis-plas”. 

Pollo al curry, emplatado

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A las 2115 horas, más cansados aún, decidimos no fondear en Las Negras, y sí en Rodalquilar, resguardados de viento y mar, que están claramente de bajada. Y así lo hicimos. Descansamos. Toda la noche descansamos.

El fondeo en Rodalquilar


Al día siguiente hemos fondeado en las Negras, para algunas compras, y continuamos hacia Genoveses. Casi sin viento. Casi sin mar. Fuerza 1, SE, rizada. Hoy voy a romper las previsiones de meteo.



El fondeo en Las Negras


Hemos fondeado en Genoveses, con más de 13 barcos, y otros que continúan entrando durante el día. Hace un día espléndido. Fuera, 28ºC pero el viento es fresquito. La presión ha bajado.

El Mayra en la popa del Telémaco



En el fondeo hemos coincidido con el “Solera 2”, del amigo José Carlos. Ha sido una agradable visita. Es la segunda vez que coincidimos aquí. Los dos tan lejos de nuestros puertos base. La primera fue en 2006.

El Mayra y Solera, fondeados en Genoveses.

miércoles, 21 de julio de 2010

25.- El Carmen de Formentera, y hacia la Península.

Fondeados en Les Illetes. Llegamos al fondeo al ocaso. Y un montón de personas nos aplaudieron al llegar, ¡y eso que todavía no habíamos largado el hierro!, que por cierto no es de hierro, sino de acero inoxidable, un ancla Rocna, de la que estoy encantado. Hasta ahora me ha agarrado en todo tipo de fondo. Y a veces he querido ponerla a prueba dando atrás a tope, sin inmutarse. Estoy tranquilo con ella.

El ocaso en Formentera. Al fondo, Es Vedrá

Multitud de personas para vivir el ocaso desde Formentera, en Illetes

Las tripulaciones descansando,
después de las primeras 140 millas.

Llegamos al fondeo, digo, y al día siguiente era día de Nuestra Señora del Carmen. Y procesión marinera, claro. Ahí estuvimos. Recuerdo otras procesiones del Carmen a las que he asistido. En Torre del Mar, en la Caleta de Vélez, en Sitges, en l’Ampolla, en Formentera, en Melilla. En Melilla, sí, qué exhibición de alboroto, de espumas, de todo. En Melilla ha sido, sin duda, la más espectacular de todas. Toda la flota por todas las dársenas del puerto, entrando y saliendo de ellas cuando los últimos todavía no saben bien para dónde tirar sin riesgos de colisión. Pero suena todo a alegría. Alegría marinera.

En Illetes participamos de la procesión como espectadores, y pedimos buen rumbo para Telémaco, para sus tripulantes, e idem para la Flotilla, y todas las otras flotillas que han ido surgiendo.



La procesión del Carmen, en Formentera.

Salimos de Formentera, después de repostar gasoil, rumbo la Península, hacia el Rincón de la Salitrona en Murcia, pocas millas apenas pasada Cartagena. El consumo medio de gasoil que hemos tenido ha sido de 3,01 l/hora.

Dejamos Formentera a la 0745 UTC, con una mar dócil, rizada, y un viento de W, fuerza 1. El día está despejado, y augura una buena navegación, con vientos largos. Pero con este escaso viento hemos de poner motor, a 1500 rpm.

A las 1100 UTC nos percatamos de agua potable en sentina, achicamos algo más de 100 litros. Se había desenganchado una conexión del vaso de expansión, en el motor de agua potable, y no percibimos el ruido, al llevar el motor en funcionamiento. Hemos perdido más de 100 l. del depósito de proa.

Las bridas de abajo, a la izquierda, son las que se soltaron

Varias enseñanzas: a) necesito llevar a bordo medio metro de ese tipo de tubito, b) cuando vaya a motor debo acostumbrarme a desconectar el motor del agua, lo mismo que hago cuando abandono el barco en un fondeo o puerto, y c) hemos consumido algo menos de 3 l. de agua por persona/día lo cual es todo un récord.
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Para el almuerzo hemos cocinado un “Solomillo de la pasión”:

Se sala el solomillo por todas partes. Se pone un dedo de aceite de oliva virgen extra a calentar en una olla y doramos en él el solomillo. Cuando éste esté dorado se baja el fuego.
Añadimos un vaso de coñac que rociamos por encima del solomillo. Tapamos y seguimos cocinando a fuego lento.

Una vez bien cocido, sacamos el solomillo y lo dejamos enfriar en una fuente, donde lo presentaremos. Y reservamos el jugo originado en la olla, con el que haremos una salsa.

En un recipiente a parte hacemos caramelo con 250 gr. de azúcar, que pondremos por encima del solomillo y en el que pegaremos nueces.

El solomillo, caramelizado.

El solomillo, emplatado y con sus salsita.

La salsa la prepararemos de la siguiente forma: en la olla donde está el jugo anterior procedente del solomillo añadimos sal, un vaso de coñac, nueces en trocitos pequeños (tamaño grano de arroz), un vaso de agua, una cucharadita de harina, medio vaso de vino moscatel (yo utilicé “Quitapenas”, de Málaga), y 100 gr. de crema de leche (yo utilicé leche en polvo que diluí en un poco de agua). Y se pone en el fuego para reducir hasta el gusto. Luego, se pone en una salsera para servir en la mesa.
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Divisamos muchos palangres de pescadores de Formentera. Están en sondas de más de 100 m.

Nosotros tiramos nuestro curry, una vez más, y una vez más no nos pican. Nada.

Para cenar, Palmitos con salmón y York a la plancha.

Poco a poco el viento va subiendo, hasta establecerse en fuerza 5, pasando de marejada a fuerte marejada en zonas, lo que provocaba un incómodo balanceo para nuestro rumbo.

Hemos oído por radio muchos “Pan, pan”. Demasiados. La primera, una embarcación a la deriva con 35 personas a bordo, en la zona de Motril. Otro, ya entrado el día otra patera con 50 personas a bordo, también en la misma zona. Otro, una neumática a la deriva con 4 personas a bordo. Otro, en la zona de Garrucha, un bote con inmigrantes, sin concretar cuántos. Otro, en Almería, neumática blanca con 4 personas a bordo, quizás la misma, no lo sé. Da para pensar y reflexionar.

Son las 0300 UTC, y distingo en mi guardia, por nuestra amura de estribor, 2 flashes blancos. Es el faro de Cabo de Palos. Da alegría tomar conciencia que estás llegando. El viento sopla de fuerza 5, de levante. Marejada ahora. Navegamos a 6 nudos. Estoy en la zona del dispositivo de tráfico de Cabo de Palos, y distingo en mi AIS 9 barcos que he de vigilar. La luz roja de la proa de Telémaco se refleja en la espuma de la rompiente. Sopla mucho para mi gusto y cansancio. Habría preferido rizar la mayor, pero sigo con todo el trapo arriba.

Pasamos palos a las 0600 UTC, y pronto estamos en Escombreras. Enfilamos al islote de Las Palomas para procurar el fondeo de Portús. Portús está a resguardo del levante. Llegamos. Es un remanso. Fondeo. Baño. Nos desinflamos para descansar los cuerpos y las mentes. Son las 1030 UTC. Casi 15 horas navegando, zarandeados.

Portús, al fondo la playa naturista.
Portús, la playa norte.

Pero poco a poco el mar está empezando a entrar en Portús, a pesar de las mil veces y sitios que miramos las previsiones de la meteo. Pero el N no entra, y estamos incómodos.

La Azohia. Marchamos a la Azohia, que está una hora. ¡Y qué buena decisión!. Llegamos de noche, contra toda recomendación para fondear, dando un respeto a la almadraba, que estaban levantando según recibimos de un “aviso a los navegantes”, corroborada en el Navtex.

La Azohia,
bien resguardada de levante.

Las tripulaciones, de paseo por la Azohia.


Sólo tres barcos en el fondeo. Una delicia. Y allí estuvimos hasta el día 20. Y, como era el “paso del ecuador” de José Luis y su hijo, decidimos celebrarlo en tierra, junto con el Mayra.

Y la oferta que vimos fue nuestra perdición. Oferta de un cubo con 10 cervezas, 8 €.

La oferta
(aviso a los navegantes: el joven mantiene la botella sólo para la foto.
Sólo bebe agua)

Y cayeron tres cubos, y las horas del reloj corrieron de prisa, o lentas, o yo qué sé, pero no fuimos a dormir antes de las 3 de la madrugada. Hablamos, y hablamos, y hablamos… ¡cosas del mar y marineros!.

También la Azohia tiene su ocaso. Al fondo, a la derecha, Telémaco.

Mañana partiremos hacia el fondeo de Cabo Cope.

viernes, 16 de julio de 2010

24.- Definitivamente, rumbo al sur.

Las 0730 horas UTC, siempre UTC, después de repostar combustible, y después, mucho después del alba, como pretendía, salimos de la bocana del Port Olimpic en Barcelona, y ponemos rumbo al sur.
El “Mayra Primero”, un precioso Contest 40, un quetch de más de 30 años, navega en conserva con Telémaco. Iniciamos así la maniobra de aproximación para participar de la Flotilla de la Amistad del 2010 hacia el Guadiana y el Algarve.

El Mayra Primero


Tenemos marejada, con viento del SW de fuerza 4. Cielo despejado. Anticiclón y baja estacionarios. Así, iniciamos la ceñida, esa que siempre toca navegar en el mediterráneo. Aquella que mi amigo mayor dijo que “navegar de ceñida no es de señor”. Pero disfrutamos de esta preciosa ceñida, aunque modifiquemos rumbos pasadas las bocanas del puerto de Barcelona y de la punta del río Llobregat. Y ahora sí, ahora ponemos rumbo directo a Formentera, por Espalmador.

La navegación transcurre más incidentes que los típicos de evitar los “rumbos de colisión” propios de esta ruta tan transitada. Pero gracias al AIS no hemos sentido seguros en todo momento, controlados y controlando.

Telémaco

Mayra Primero, desde el Telémaco

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Para almorzar hemos cocinado una sepia con patatas:
Freír una cebolla picadita, junto con un pimiento verde. Luego, le añado tres dientes de ajo, cortados a rodajas finitas. Cuando toma color, le añado tomate frito, unas hojitas de laurel, y unos clavos.
En lo anterior, sofrío la sepia cortada en trocitos. Le añado agua hasta cubrir, y unas patatas cortadas a trocitos.
Lo dejo hervir, y hacer “chup-chup” hasta reducir. Hoy ha hecho “chup-chup” durante algo más de una hora.
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Telémaco, rumbo a Formentera


Para cenar, verduras hervidas.


Las guardias me gusta organizarlas con una frecuencia de dos horas. Es un tiempo adecuado que no permite “cansarte” y mantener la vigía. Claro que yendo sólo dos tripulantes, José Luis y yo, también el tiempo de dormir se hace tremendamente corto. Pero una noche puede pasarse hasta sin dormir.

Ha sido a las 0045 horas, en mi guardia, cuando nos hemos visto comprometidos con un buque de pasajeros de 165 m. de eslora, el “Martin i Soler”, a 19,8 nM de nuestra popa, dándonos alcance, y con rumbo 190º, y con otro buque de cargo, de 148 m de eslora, por nuestra proa, el “Jasper S”, a 5,3 nM de distancia y rumbo 360º. Telémaco navega a 4,9 nudos y rumbo 198º. Gracias al AIS nos hemos sentido seguros. En la pantalla observo cómo “Martín i Soler” modifica un grado su rumbo, y algo más tarde otro grado más a su babor para pasarnos al final con rumbo 188º. Gracias.

La noche está estrellada. Ayer tuvimos luna nueva y nos permitió observar con claridad las estrellas. El esplendor de la Vía Láctea no dirige hacia Formentera.

Y al día siguiente, a las 1800 horas, fondeamos en Es Pujols, con viento de SW de fuerza 3. Hemos hecho una navegación tranquila, pero un poco lenta y por ello pesada. Llegamos cansados pero satisfechos. Ahora toca baño y relax.

Telémaco fondeado en Es Pujols


Hoy estoy contento. Es mi santo. Me han llamado para felicitarme. Me han escrito. He estado con los amigos. y he tenido una sorpresa estupenda, con la que he disfrutado un montón, descubriendo escondites. Estoy contento.



Hemos tenido la visita del patrón del Luziana, un Bavaria 47 que tiene su atraque en Marina Badalona, y reconoció a Telémaco.

Los dos barcos fondeados en Es Pujols, 
con sus gallardetes ondeando. El de LTP, Anavre,
y bandera de cortesía de Illes Balears.


El día siguiente, tenemos previsión de viento de levante y hemos decidido fondear en Cala Sahona. Y, efectivamente, entra E/SE de fuerza 3 arreciando a 4.

Fondel de Cala Sahona


En el fondeo de Cala Sahona cuento 52 barcos fondeados. Una locura. La playa, abarrotada. No tengo ganas de bajar a tierra. Decido escribir. Me quedo solo a bordo. José Luis y su hijo han ido a tierra junto con los del Mayra Primero. Yo, solo, decido escribir. Y pensar. Y leer. Y beber un vasito de agua fresca. Hasta la puesta de sol.

La gente viene a esta playa a vivir la puesta del sol. Nosotros también lo haremos, pero a bordo, y hemos decidido que para entonces levantaremos el fondeo y navegaremos con la puesta del sol, a fondear en Illetes.

Mañana estaremos en Illetes y bajaremos a tierra en La Sabina. Será la procesión del Carmen.

Hasta mañana.



miércoles, 30 de junio de 2010

23.- Reserva Marina de las Islas Columbretes.


Sin zapatos. Sin calcetines. Rumbo Columbretes.
Ya han pasado las tormentas. Todas. La inestabilidad del invierno y primavera son ya vagos recuerdos. Mi alma está en paz. ¡Y sabía que el destino me aguardaba cosas mejores!.



Ya he guardado los zapatos de invierno. Y los calcetines. Los pantalones largos, y las camisas de manga larga. Miro los zapatos. ¡Cuánta vida y andares!. Son antiguos. Llevan años. Han estado en un montón de sitios y circunstancias. ¡Si pudiesen hablar y confesar!. Han vivido infinidad de atmósferas, compartieron multitud de sentimientos. Siempre conmigo. Unos hoy, otros mañana. Pero siempre los mismos. Y los han cuidado muchas personas: ese vendedor que me los ofreció con interés y atención, mi compra con ilusión, el zapatero que les hizo “puestas a punto”, los que los limpiaron. Siempre, desde pequeño, me gustó mirar los zapatos de las personas, y hacerme una idea a través de éstos de cómo eran ellas. Cuidados, o rotos, o limpios o sucios, el estilo, me definen bien la persona. Cuando he seleccionado personas siempre he mirado el cuidado del cabello, y sus zapatos.

Pues ahora ya no. Los guardo. Ha llegado el verano y marchamos a navegar.

Así que toca poner las amarras a bordo. Rumbo a la reserva marina de las islas Columbretes. Nos vamos del 23 al 27, aprovechando ese viernes festivo de Barcelona. Celebraremos la verbena de San Juan navegando. ¡Y qué verbena!.

Partimos de puerto a las 1530 UTC. El viento sopla de S/SE fuerza 4, rachas de 5, que nos hace difícil dejar el atraque. Pat facilita la maniobra limpiamente intentando evitar los “muertos” del vecino. Con decisión. Con iniciativas. Fuera hay marejada. Las olas rompen con potencia contra el malecón de poniente. Los bañistas de la Barceloneta, imperturbables. Atiborrada la playa. Reposto combustible y ponemos rumbo. Tenemos unas 120 millas en la proa. Rumbo 218º, una vez pasada la bocana sur del puerto de Barcelona.

Pasada la farola verde izamos velas. Toda la mayor y génova. Ceñimos. Me gusta pasar el puerto de Barcelona cerca de sus bocanas, porque me encuentro con menos compromisos con el intenso tráfico de barcos de gran tonelaje. Vamos a vela, claro, pero ellos tienen la maniobra restringida. Pasar cerca de las bocanas, sobre todo de noche, es una tranquilidad muy grande. Pasar por las boyas de enfilación del puerto, o más lejos, siempre me obliga a estar pendiente del tráfico y casi siempre a modificar rumbo o velocidad. Ahora paso cerca de las bocanas.





Faltan dos días para tener luna llena. La Luna sale por el través de babor, cuando el Sol todavía no se ha puesto por el de estribor a la altura de Torredembarra. ¡Qué espectáculo de la naturaleza!. El viento se estabiliza en fuerza 4.

Son las 1900 UTC y el viento cae. La ceñida se relaja. Ahora navego a 3 nudos, y el viento ha caído a fuerza 1. Marejadilla.

El farolillo de fondeo se enciende con el ocaso. Lo cambié por el que usaba de petróleo y así me evito izarlo y arriarlo cada día. Ahora lo cambié por uno de esos de jardín, que se carga la pila con el sol. Pero le cambié la pila por una de 2500 mAh y ahora me dura toda la noche sin preocuparme lo más mínimo.

Ahí está ya la luna. Y mi farolilla la observa.
Atento. Siempre alerta. Gracias.

Y cae la noche. Ya hemos cenado. Nos proponemos vivir la luz del día. Así, que hemos cenado. Pollo al horno y ensalada. Hemos decidido que para nosotros la verbena de San Juan va a ser mañana, fondeados. ¡Qué buena decisión cuando haces lo que quieres, sin que otros te marquen el calendario!. Nosotros, mañana. Con todo el mar ahora para nosotros. Y toda la luna. Y toda la paz. Navegamos.

Ahora es medianoche y el viento ha desaparecido. Fuerza 0. Mar llana. La Luna se refleja en el mar, ahora en la proa de Telémaco. Hemos de poner el motor. A bajas revoluciones. Lo justo para avanzar sin prisa. Suavemente. Degustando la noche. Y así, poco a poco, vamos descontando millas hacia Columbretes.

Amanece y seguimos al 218º. Sólo faltan ya 50 millas. Mar rizada, y fuerza 1. Navegamos a más de 6 nudos. El cielo está totalmente despejado, con un sol impresionante. Seguimos avanzando ayudados del motor. Viento, fuerza 2 y SE.

Estamos llegando. “Estación de Columbretes, Estación de Columbretes, Estación de Columbretes, aquí Telémaco, …”. Hemos entrado en la reserva. La Reserva Marina de Les Illes  Columbretes.
Y más información en el "tríptico".
No hay problema para el fondeo. Sólo algunas boyas excluidas porque les están haciendo mantenimiento: la 5, 7, 8 y 10. Atracamos en la 6, en Puerto Tofiño, delante de su embarcadero a las 1100 UTC. Sólo otro barco en el fondeo.

Telémaco en el centro de la imagen.
Sólo dos barcos en el fondeo.

Aunque esa escala es nueva. La han hecho metálica, con una plataforma para desembarcar y pasamanos. Mucho más segura que las piedras talladas, que eran difíciles y peligrosas. Pero no podíamos usarla porque todavía no había “pasado las normas de seguridad”.

Colocamos el toldo de fondeo. Nos dedicamos al baño. Relax. Música. Lectura. Paz. Decidimos que visitaremos l’Illa Grosa mañana.
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Para almorzar, bacalao al estilo de la señora de Antequera.


Desalar el bacalao y freírlo (primero por la parte blanca, y luego por la piel). Apartarlo cuando esté doradito y poner en la fuente de servir. 
En el mismo aceite, freír un par de cabezas de ajo, cortados a rebanaditas. Se apartan doraditos y se ponen encima del bacalao.
En la sartén, se fríen a tiras medio pimiento rojo, y se pone encima de los ajos y el bacalao.
Al aceite que queda se le añade 1 cucharada de pimentón y 2 cucharadas de vinagre. Se diluye todo y se vuelca por encima del bacalao, pero fuera del fuego. ¡Y a servir!.
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Casi tres días fondeados han sido una delicia para el cuerpo y para el alma. Al día siguiente decididos preparar el dingui para acceder y visitar l’Illa Grossa.


Hoy, esta noche, será la verbena, y preparamos el barco, y lo decoramos, para la ocasión.

Al día siguiente pedimos permiso para visitar la isla. Como la escala de Puerto Tofino no podía utilizarse, dimos con el “dingui” toda la vuelta hacia el norte, para acceder por la escala del “Rossí”. Es toda una oportunidad, prohibida en circunstancias normales.

Embarcadero en la "Escala del Rossí", a poniente.
En Puerto Tofiño es una estructura parecida.
Eva, que amablemente nos guió y
no reparó en detalles.

Accedemos a lo alto y vemos a Telémaco al otro lado, en su fondeo:



Casernas restauradas y vista parcial del archipiélago

Abundan las gaviotas. Y muchos pollos jóvenes, que aún no saben volar. Todavía no es época de migraciones y no vemos muchas más especies.

Los pollos son "peleones". 
No podemos pasar porque están ellos. 
Uno le echa una "bronca" al otro. ¿cuál es macho y cuál hembra?.

La flora:





Preciosa escalera de acceso a la linterna del faro:


y las bombonas de gas, ya en desuso, piezas del nuevo museo:


Los algives:



Volvemos a Telémaco. Nos espera. Esta vez lo hacemos navegando con el “dingui” hacia levante. Así tenemos también la oportunidad de ver las escalas de “España”, y la del “Congre”, y la virgen del Carmen. Y unas impresionantes cuevas erosionadas por el mar. Entramos otra vez en Puerto Tofiño navegando entre “El Mascarat” y “La Senyoreta”. Y quisimos reconocer el “Trencatimons”, piedras casi a ras de superficie, fácil para eso, para romper timones si se desconoce. Peligro. Y de nuevo en Telémaco.


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Día 26. 1015 UTC. Decidimos levantar el fondeo y volver a Barcelona. Hemos pensado fondear en el Delta del Ebro, en Els Alfacs. Levantamos el fondeo y salimos a vela. Tenemos un vientecito de F2 de S. La mar, rizada. Desenrollamos el génova, se embolsa y el barco comienza tímidamente a caer y avanzar. Pat larga el fondeo y recupero nuestro cabo. Telémaco se desliza entre los otros barcos que han llegado a pasar el fin de semana. Y así, con viento suave por nuestro babor salimos de Puerto Tofiño. Por radio agradecemos las atenciones y nos despedimos “hasta la próxima”. Rumbo 330º, ahora mar rizada, F1. Vamos despacito, 2,5 nudos. Recibimos el viento a un largo. No queremos más. No queremos menos. Sólo necesitamos disfrutar de estos regalos de la naturaleza. Tenemos 45 nM hasta el Delta.

Llevamos así navegadas 15 nM. Sube el viento a F3, y pensamos que sería bueno pasar la noche navegando rumbo a Barcelona. Y sin más, cambiamos rumbo, ahora al 055º. Navegamos a 4 nudos. Silencio. Pongo música: Sarah Brightman “In Paradisum” y luego Kevin Johansen. Delicioso.



El viento está cayendo. Ahora, F1. Mar llana. Hemos navegado 25 nM a este rumbo. Nos reímos. ¡qué bien poderse reír de uno mismo!.

Para cenar, ensalada de pasta con pollo.




Luna. Luna llena. Esta noche es la noche de la luna llena. Y cae la noche. Guardias. Paz. Más paz. Se ve el mar. Se ve la noche. Se huele. Se siente. Todas las estrellas están ahí. Pat lleva dos estrellas. Bueno, dos estrellitas.


Y llega el alba. Y amanece. Y continúa la vida.





Un nuevo día. Más vida. Pat me propone ir a navegar a Croacia. Iremos, sí. Este año, el Algarve y Guadiana.

Todavía nos queda agua dulce. Hemos sido generosos con el agua, no hemos escatimado, pero su consumo no ha llegado a 6 litros persona/día. El récord está en 3,5 l. Me lo ha permitido la instalación de una toma de agua salada directa en el fregadero. Así, lavo con agua salada, y un primer enjuague, y “remate” con agua dulce. También para cocer, agua salada. Y el “suquet” de pescado.

Una cuestión importante han sido las basuras. Siempre en travesías largas, donde no tocas puerto, es un problema y hay que saber administrarlas. Hago selección de basuras. Lo orgánico puede ir al mar. Las latas, bien limpias, en bolsas de basura. Limpias porque así no producen malos olores. Los envases de alimentos, sin problemas. Cuando vamos pocas personas, como esta vez, estibo en uno de los cuartos de baño. Si no, en uno de los camarotes que no se utilizan. A malas, en el tambucho de proa.

Ya llegamos a la punta del Llobregat. Y Barcelona. A las 1845 UTC atracamos en el Port Olimpic.

Hoy miércoles, tres días después, he tenido una gran alegría. Me han llamado los Prati. Están en su cata, en Vinaròs. Tengo ganas de darles un abrazo.